Por ejemplo, un problema común que nos consultan y que observamos en muchos parrilleros novatos que han adquirido un asador convencional circular o cuadrado, es que en algún punto del cocinado, las llamas y el humo excesivo se les hacen incontrolables.

La causa de esto son las parrillas en forma de varilla o las de hierro fundido, que dejan caer toda la grasa de la carne sobre las brasas. Lo que sea que esté sobre la parrilla, queda con hollín negro y generalmente mal sabor.

Es por eso que diseñamos nuestras parrillas en forma de "v", para evitar que esa grasa cause una llamada a los bomberos. El próximo problema a resolver, era recogerla de forma que no escurriese hacia lugares insospechados; entonces pusimos una ligera inclinación en la parrilla para que la grasa sólo se desplace hacia adelante, y agregamos un canal colector al frente. Eso ciertamente fue una gran solución a partir de un par de ideas probadas, pero asando cortes con bastante grasa, como la picaña, este canal receptor se desbordaba y no se podía evitar que la grasa ensuciara todo el conjunto, el piso, y hasta tus ganas de volver a asar.

Entonces diseñamos una charola adicional removible un poco más chica, y la incorporamos a nuestro modelo premium. Ahora no hay corte o chicharrón que se escape, toda la grasa que va cayendo la puedes desechar mientras está líquida, tomando la charolita por unas pestañas que trae a los lados.